Las masculinidades en nuestros tiempos

Estaría equivocada al mencionar que la masculinidad es una sola pues la realidad actual evidencia que es plural y no solo porque presenta varias características sino porque es una tarea de todos, hombres y mujeres hacemos de ella una construcción social positiva o negativa, que tienda a la equidad y el respeto en las relaciones o que este guiada por la violencia, las agresiones y el control permanente sobre el otro.

Es cierto que la historia nos ha enseñado atributos masculinos como la fuerza física y templanza emocional, o características como la autoridad y la responsabilidad financiera en el hogar, todas entendidas como esa capacidad que tiene el hombre para demostrar su masculinidad. Sin embargo, la historia también nos permite identificar que la definición de lo masculino se da de acuerdo a la época y a su cultura, es por ello que la masculinidad en nuestro tiempo se entiende como un conglomerado de representaciones masculinas diferentes.

Lo anterior, nos lleva a autoevaluar el papel que desempeñamos en la edificación de las representaciones masculinas, entonces pregúntate: ¿Cuál o cuáles son esas funciones que realizás como madre, hija, hermana, sobrina, nieta, tía, nuera o cuñada que influyen en cada construcción masculina? ¿Será que has sido una mujer que transmite comportamientos aprendidos de generaciones pasadas?, por ejemplo, si respaldo que las decisiones solo pueden ser tomadas por el hombre, que él es quien tiene la autoridad en la relación de pareja, que por el hecho de ser mujer debo permanecer en la casa y encargarme sola de las labores domésticas, que el hombre es de la calle y la mujer de la casa. O, por el contrario, ¿soy una mujer que se esfuerza en transformar conductas que no permiten la construcción de relaciones basadas en la igualdad, la tolerancia y el respeto? En fin, el papel que decidamos desempeñar, sea el de transmisora patriarcal o transformadora alternativa tiene incidencia en la formación de la masculinidad y por ende en la erradicación o no de la violencia que se presentan en las relaciones afectivas.

Las representaciones masculinas actuales muestran cambios a nivel afectivo, familiar, económico y sexual. En ese sentido, Hay cada vez más hombres como seres expresivos que demuestran sus sentimientos, que se distribuyen las labores del hogar, que ha perdido su rol de proveedor económico y que tiene preferencias sexuales diferentes a la heteronormativa. Por otra parte, los cambios son también de índole conductual, principalmente de comportamientos que facilitan la violencia hacia mujeres y hombres. Pasamos así de una masculinidad hegemónica en donde el hombre se ve como superior a la mujer a una masculinidad alternativa que representa diferentes esencias de ser hombre, es decir, un modelo de lo masculino más abierto que considera a la mujer como un igual y a los hombres como seres libres para elegir sobre su ser y actuar.

Nuestro tiempo, es una época de transformaciones en donde hombres y mujeres debemos trabajar de la mano para construir una sociedad más justa y equitativa que vele por el bienestar físico, mental y social de todos aquellos que la integramos.

Redactado por:

Kathy Alejandra Navarro Verjel

Trabajadora Social

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